Capitulo 45

Hasta que por fin llegamos a la escuela de mis hijas, llegamos unos 10 minutos tarde, pero felizmente no era mucha la diferencia, así que estaba tranquilo, cuando mis hijas salieron de la escuela te quedaron viendo de forma extraña, tú eras una completa desconocida para ellas, pero sin embargo con tu carisma las cautivaste y al instante se llevaron bien contigo.

-Lily, Cherry, ella es mi… - hice una pausa – mi amiga “________”- dije presentándote a mis hijas

- hola!! – dijeron Cherry y Lily al mismo tiempo y corrieron hacia ti para abrazarte

- hola pequeñas!! – dijiste sonriente y las abrazaste – Oh Frank, tus hijas son un amor

- lo sé, por algo son mis pequeñas, salieron igual a su padre ¿sí o no?

- mmm… - comenzaste a reír – Oh si claro – dijiste entre risas

- Oh vamos… tu sabes que si

- papá, queremos preparar cupcakes!! – me interrumpió Cherry

- sí, po favo, po favo, po favo!! – seguía Lily

- que tiernas, ¿Qué dices Frank, preparamos cupcakes? – me preguntaste sonriente

- yo no sé cómo se preparan

- pero yo si – dijiste animosa – no se preocupen niñas, yo les enseño

- siiii…!!! Gracias… - Cherry y Lily volvieron a abrazarte y casi te tiran el piso de la felicidad

- de nada pequeñas!! ¿Frank, tienes los ingredientes necesarios en casa? Claro… si no te molesta que los preparemos en tu casa

- no para nada, todo lo contrario, me encanta – dije muy entusiasmado, realmente me pareció perfecto – pero… ni siquiera sé que ingredientes llevan los cupcakes, vamos a tener que ir al súper mercado

- ya, vámonos, vámonos – dijeron Cherry y Lily, jalándonos  a ti y a mí para apresurar el paso

El supermercado no estaba tan lejos, pero el insoportable sol, era horrible, no se podía caminar sin sentirte hostigado y fastidiado, así que decidí tomar un taxi, tú estabas de acuerdo, porque al igual que yo lo que más detestabas en todo el mundo era el sol, en eso concordaba perfectamente contigo, éramos dos vampiros que se derretían en el sol.

Cuando llegamos al supermercado, bajamos del auto, tú llevabas a Lily cargada, mientras yo agarraba a Cherry de la mano, entramos y compramos todo lo necesario, mientras Cherry y Lily no paraban de jugar y corretear por todo el local.

-Falta la harina y el azúcar – me decías, mientras yo ponía todo en el carrito de supermercado

- Cherry, Lily!! No toquen eso!! – les advertí a las niñas que estaban jugando con copas de vidrio

- ¿todos los días tienes que lidiar con esto?

- sí, esto es mi día a día, se hace rutinario para mí, a veces ya ni las puedo controlar – te iba diciendo mientras caminábamos por los corredores

- mientras Jamia se las pasa de maravilla donde su madre

- ella dice que su madre está enferma y tiene que cuidarla, pero a veces ya ni le creo ¿sabes?

- me imagino, esto para ti se ha vuelto una rutina, eso es muy jodido

- me encanta pasar tiempo con las niñas, pero también necesito mi espacio, distraerme, salir y conversar con alguien, pero no puedo, no tengo con quien dejarlas

- te entiendo, créeme que te entiendo perfectamente

- por eso agradezco bastante que hoy hayas aceptado venir conmigo

- no es ninguna molestia, además no tenía planes y bueno… tus hijas me caen de maravilla

- papá cómpranos una muñeca!!! – pedía Lily

- si… yo quiero la princesa – repetía Cherry una y otra vez haciendo puchero

- no, ayer ya les compre tres muñecas a cada una ¿acaso me han visto con cara de papa Noel?

- …. – Tu no pudiste evitar soltar una carcajada y al rato todos ya estamos riéndonos – ok niñas, yo les compro esas muñecas- cuando dijiste eso mis pequeñas se tiraron encima de ti abrazándote y agradeciéndote - guau…. Creo que últimamente me están empezando a gustar mucho los abrazos

- no tienes que comprárselas

- claro que si Frank, tus hijas me dan muchos abrazos, se merecen unos regalitos

Cherry y Lily escogieron sus muñecas, luego fuimos caminando por todo el supermercado, buscando los ingredientes para los cupcakes y también para la cena de hoy, todas las personas que pasaban a nuestro lado volteaban a mirarnos, nos decían miles de cosas “que linda pareja” “que hermosos padres” “tienen unas hijas hermosas”, yo no podía aguantar las ganas de sonreír, mientras tú les tratabas de explica que no eras la madre de las niñas, pero eso que mierda le importaba a la gente??!! Así que yo siempre te interrumpía afirmando y agradeciendo todo lo que las personas decían, tú me quedabas mirando con una mirada asesina y juguetona y yo simplemente explotaba de risa.

-Frank, deja de afirmar lo que dicen las personas!!

- pero a ellas que les importa?? Le podemos decir lo que sea

- sí, pero… a mí no me gusta, me pongo incomoda, no lo sé – dijiste seria

-haa… ok ok, no diré nada

- gracias!!

- pero no voy a negar que hacemos una hermosa pareja como ellos dicen

- cállate Frank!! Las niñas te van escuchar

- no lo creo, están muy distraídas jugando

- ash!! Eres insoportable enano

No sé  por qué, pero apenas pronunciaste la palabra “enano” vinieron miles de recuerdos a mi mente, me puse algo nervioso, me dieron tantas ganas de abrazarte y tirarte al suelo y llenarte de cosquillas, porque eso era lo que hacía siempre que tú me decías enano.

-Y tú eres… una enana renegona!! – dije entre risas

- no soy renegona!! Y no me digas enana ¿ok duende? – los dos comenzamos a reír

- mi papá es un duende?? – dijo Cherry y luego se echó a reír, seguida por Lily

- ya vez lo que les enseñas – te dije mandándote una enorme sonrisa

- tú tienes la culpa – comenzaste a reír – pero no niñas, su papá no es un duende, es un enano – cuando dijiste esto Cherry y Lily se revolcaban en el suelo de risa

- ya, ya que chistositas estan hoy todas – dije algo serio, aunque por dentro me moría de risa

- ya niñas paren – decías tratando de dejar de reír – no se burlen de su padre

- gracias!! – dije sonriente, la verdad es que no podía dejar de sonreír cuando te tenia a mi costado

- hace cuanto que no te digo enano, Frank??

- hace siete años y dos meses

- guau!! Llevas la cuenta??

- sí, los minutos y las horas también

- …. – soltaste una carcajada

Después de ese agradable rato en el supermercado, nos fuimos todos a mi casa, felizmente que el sol ya se estaba ocultando y podíamos caminar tranquilos. Una vez en mi casa, desempacamos todos los víveres que habíamos comprado, mientras tu llevabas a las niñas a lavarse las manos y luego arreglar la mesa con los platos y cubiertos, yo me dedique a preparar la cena, ya luego después de comer prepararíamos los cupcakes.

-Te vas a quedar para cenar ¿cierto? – te pregunte desde la cocina

- mmm… no lo sé, no quiero incomodar a Jamia – dijiste desde el comedor y luego te dirigiste a la cocina

- ya te dije que Jamia no vuelve hasta las ocho o nueve de la noche, a demás primero tenemos que cenar y luego prepararemos los… - me interrumpiste

- los cupcakes!! Si, si ya se! Frank, nunca te han dicho que hablas demasiado??

- Ja-Ja-Ja que chistosita, Oye!! Mejor ayúdame con la cena!

- bien! Que quieres que haga??

- puedes ir preparando la salsa de tomate

- sí, pero… no me digas que vas hacer tallarines??

- sí, ¿Por qué? No te gusta?? Si quieres hago otra cosa, aunque ya puse los tallarines a…

- No, No – me interrumpiste – no seas tontito Frank – dijiste acercándote más hacia mí – yo te ayudo con la salsa! – te separaste al tiro

- Gracias – dije soltando un suspiro, tú lo notaste y me quedaste viendo

- ¿sabes algo?... me gusta verte cocinar, no sé por qué, pero creo que serias un gran Chef

- …. – solté una carcajada – yo siempre lo he dicho, si no estuviera en una banda de rock, me dedicaría a ser chef

¿Qué más puedo pedir? Esa tarde fue perfecta, cocinamos juntos, cenamos juntos, estuvimos junto con mis hijas, parecíamos la perfecta familia feliz, claro! Con la excepción de que no eras la madre de las niñas, algo que yo deseaba con toda mi alma, pero aun así, mis hijas se llevaban a la perfección contigo, siempre sonreían y me hacían bromas con todo, yo realmente te extrañaba bastante, y ahora tenerte toda la tarde conmigo, es tan jodidamente gratificante.

Después de cenar, como les prometí a mis niñas, incluyéndote a ti porque eras una de ellas, preparamos los dichosos cupcakes, tú te sabias la receta de memoria, mis hijas disfrutaban comiéndose la masa y lamiendo todo lo que fuera comestible, jugábamos con la harina y quede echo un fantasma con toda la harina que traía en mi ropa y cara, tú y mis hijas estaban igual, pero lo disfrutábamos, disfrutábamos estar juntos, reír, jugar y disfrutar de la vida, luego comenzamos a decorar los cupcakes, mis hijas hacían un desastre la cocina con todos los dulces y el glasé, todas llenas de azúcar, iban a estar más imperactivas que nunca.

En fin, pasaron las horas y ya eran las 7:00 pm, Jamia llegaría a las ocho, aunque yo deseaba que no llegue hasta el otro día, ok no soy malo con ella, solo que… necesito pasar tiempo con alguien y ella nunca esta para mí, ya había hablado de eso muchas veces con Jamia, pero ella simplemente me decía que pronto, pronto, ¿Cuándo es ese pronto?!!!! Necesito a alguien que me entienda, escuche y bromee conmigo, necesito… necesito…

-Te necesito a ti!!! – grite a la nada, mientras tú y yo ordenábamos la cocina

- ¿Qué?! Frank con quien hablas?

- nada, olvídalo, solo pensaba – yo y mis malditos pensamientos en voz alta, fuck lo detestaba!!! – y las niñas?? – trate de cambiar de conversación

- en su habitación, jugando supongo, pero Frank ¿en serio estas bien?

- sí, sí, solo fueron pensamientos

- y en que pensabas??

- en una personita que le di mi corazón y sé que aún lo lleva consigo

- ok! Jamia o Gerard?? – los dos nos echamos a reír

- eres imposible – no podía dejar de reír - ¿Cómo sabes lo de Gerard?

- está bien que esa vez en la fiesta del Warped Tour estaba ebria, pero eso no significa que no me acuerde lo que me contaste

- Fuck!! Pensé que ya lo habías olvidado

- nunca me olvido nada de ti – dijiste de repente y mis ojos se iluminaron como dos estrellas

- lo sabía!!! – dije entusiasmado

- mierda!! Odio pensar en voz alta

- a mí también me pasa lo mismo cuando pienso en ti

- Frank…

- sí, sí, sé que me vas a decir que no me ponga cursi porque no funciona más contigo, pero antes lo hacía y éramos felices

- sí, pero ya no más!! Por favor entiéndelo, te has casado

-  y mi vida arruinado – dije en voz baja

- Que??!!

- nada… mejor hablemos de otra cosa!! – Hice una pausa – no puedo creer que recuerdes esa fiesta, estabas muy ebria solo por eso te conté lo que paso con Gerard, pensé que no lo recordarías mas

- pues… ya vez que no!! No tengo mente de pollo como Mikey, lo sabes muy bien

- créeme que ahora lo se perfectamente – cada vez se algo nuevo de ti, es que estas llena de misterios – y también te acuerdas cuando en la misma fiesta te besaste con una chica??

- …. – no dijiste nada, tan solo te ruborizaste y bajaste la mirada, yo no pude evitar soltar una risita traviesa y tú también lo hiciste – eso… eso no recuerdo!!

- oh… entonces, yo te puedo hacer recordar!! Veras, tu querías hacerme sentir mejor, entonces te paraste de la barra de tragos, fuiste a la pista de baile, agarraste a la primera chica que se te cruzo en el camino y…

-Ya Frank!! Si lo recuerdo, solo que… no quiero hablar de eso ¿sí?, la verdad, no sé cómo pude hacer eso, estaba loca

- sí, estabas muy ebria, me consta, te pusiste a bailar con Gerard, fue tan chistoso

-Oh por Dios!! Soy un desastre social – los dos nos echamos a reír

Nos pasamos como una hora conversando y recordando viejos tiempos, era hermoso, tú me hacías olvidar todos mis problemas, y eran como las ocho y media de la noche, Jamia no regresaba, y verdaderamente se lo agradecía, tú me repetías una y otra vez que ya tenías que irte, pero yo siempre inventaba una excusa para que no lo hagas, hasta que ya no me quedaba de otra que inventar que no me dejes solo porque en mi casa habían fantasma y cada vez que estaba solo se aparecían y movían las cosas de un lado al otro, esa sí que ya no me la creíste y te comenzaste a matar de la risa, de repente se me ocurrió la idea de poner algo de música, si había algo que a ti te encantaba en todo el mundo, eso era la música!! Así que puse en el reproductor mi CD de Pensey Prep, sí ustedes dirán, “que hincha este enano que escucha su propia música y es fan número uno de su propia banda”, pero me encanta ser así, me encanta escuchar mis logros y de paso recordar viejos tiempo.

[Narras Tú]

Paso una semana, después de haberme encontrado con Frank y pasarla de maravilla en su casa. Ese día recrece muy tarde por la noche a mi departamento, Max me había mandado miles de mensajes de voz, mi contestadora era un caos, ese día había quedado con Max para ir a tomar un café, pero ya ven como es el destino, me puso a Frank en el camino y ni loca rechazaría la oportunidad de pasarla con él, pero sé que de todas maneras debí llamar a Max para cancelar nuestra cita, en fin, eso ya paso no puedo hacer nada por retroceder el tiempo, así que Max se molestó toda una semana conmigo, recién el domingo me llamo para ir a cenar, acepte y solucionamos todo, ahora nos encontramos juntos y ¿felices? Otra vez…

Felices… esa palabra es muy complicada, porque ya no me doy ni cuenta si realmente estoy feliz o solo lo finjo para no hacer sentir mal a la otra persona, hoy en la mañana estuve pensando en eso, cuando estoy con Max trato de sonreír para no tensar el ambiente o simplemente para que él también lo haga, sin embargo, cuando estoy con Frank sonrió de la nada, hasta cuando no tengo porque hacerlo, simplemente sale una sonrisa espontanea, así que en conclusión… creo que mi felicidad solo se encuentra con Frank, aunque no quiera dañar a Max, y tenga que resignarme a que Frank ya tiene una familia y yo no encajo en ello.

Hoy era miercoles, no tenía nada importante que hacer, más tarde tendría que ir al Gym, luego ir a caminar con Max, no me llamaba mucho la atención, hoy era uno de esos días en los que te dan una flojera inmensa y no tienes ganas de hacer absolutamente nada, ¡¡pero eso me desesperaba!! Yo era una persona muy activa, siempre tenía que hacer algo, si no me volvería loca, así que me duche, me cambie, maquille y peine y me monte en mi carro para ir al centro comercial, la próxima semana ya sería navidad y tenía que alistar todos los preparativos, hoy iba a ser un día de compras masivas, mi billetera y tarjetas de créditos serian mis mejores aliadas.

Cuando llegue al centro comercial “Jersey Gardens”, parquee mi auto en el estacionamiento, y luego me puse a recorrer tienda por tienda, primero mi fui a ver ropa, luego zapatos, adornos navideños y lo típico, el árbol de navidad y sus adornos, y no podían faltar los regalos, tendría que comprarle algo a mi primo, a Max y mis amigos y sus hijos, incluyendo a Frank y sus hermosas hijas, así que por ultimo me dirigí a la juguetería más variada de todo el local, cuando llegue allí no podía creer lo que veía, ¿el haciendo compras ? De cuando acá hace eso?? Tanto había cambiado?? Cuando antes no le gustaba ni salir a la calle y se la pasaba encerrado en su habitación o en la furgoneta que llevaba a la banda a distintos conciertos por todo NJ, pero definitivamente era el, ese cabello rojo no pasaba desapercibido en ningún lado.

-Gerard!!! – dije emocionada

- hola “________”!!! ¿Qué haces acá?

- vine a hacer algunas compras, para navidad, ya sabes!

- lo sé, créeme que es estresante, no sé qué comprarle a Bandit, pero felizmente vine con Mikey para que me ayudara – dijo Gerard y en pocos segundos se apareció Mikey detrás de el

- hola “________”!! – Mikey me abrazo y me dio vueltas

- hola Pollo!! Tranquilo que me vas a manear

- ok, lo siento ¿viniste a hacer compras?

- sí, justo le estaba comentando eso a Gerard

- a… mira que bien

- “_______” yo también te abrazaría, pero tengo las manos ocupadas con todos los juguetes que me hace cargar Mikey – dijo Gerard mandándole una mirada asesina a su hermano

- Oh! Hermano, lo siento, te traeré un carrito – Mikey se fue por un carrito de supermercado

- bueno, ya que estamos solos, dime ¿te has vuelto a ver con Frank? – me pregunto Gerard

- sí, la semana pasada me lo encontré en el Bus, lo acompañe a recoger a sus hijas a la escuela y luego nos fuimos al supermercado, nos pusimos de acuerdo para preparar cupcakes, ya que sus hijas deseaban prepararlos, y nos fuimos a su casa para hacerlo – hablaba rápido

- espera, espera, espera, que no entiendo nada, me estás diciendo que pasaste todo un día con sus hijas?? Y que fuiste a su casa para hacerlo??

- sí, hacer los supcakes, claro!

- sí, eso ya se, por Dios ¿Qué más podrían hacer? Ni modo que sea de noche y no haya nadie en su casa, y bueno una cosa trae a otra y…

- Gerard!! Lin-z te está lavando el cerebro ¿cierto?

- si… algo así, más o menos, mi mente se está volviendo muy morbosa

- acá está el carrito!!! – Volvió Mikey – de que hablaban??

- mmmm nada!! – dijo rápidamente Gerard, acomodando los juguetes en el carrito

- Oh vamos… hermano, sé que estaban hablando de algo

- de lo guapo que te vez!! Mikey estas sacando músculos?? – dije rápidamente, inventándome algo

- …. – Gerard no pudo evitar comenzar a reír, tras mi ocurrencia, ya que Mikey siempre era el más debilucho de la banda

- Crees que tengo músculos?? Ya vez Gerard te lo dije!! – decía un Mikey orgullosos de sí mismo

- Oh si mikey, seguro… - le respondió Gerard de forma sarcástica

- sí, Mikey, podría decir que tienes más músculos que Popeye – dije entre risas

- ok, no exageres, tampoco soy tan musculoso, tengo lo mío, lo se

Gerard comenzó a reír a grandes carcajadas, yo me contagie de su risa, y sonara exagerado, pero un poco más y nos votan de la tienda por el gran escándalo que estábamos armando, pero ya saben!, es Mikey y Gerard Way ¿Qué retrasado se atrevería a votarlos? En fin, ellos me acompañaron a terminar de comprar los juguetes, me ayudaron a escoger los regalos para sus hijas y las hijas del enano, cuando terminamos de hacer nuestras compras, bajamos al estacionamiento, antes de despedirnos Gerard me invito ir más tarde a su casa, quería que le cuente con lujos y detalles todo lo que había pasado en mi reencuentro con Frank, como yo no tenía nada mejor que hacer, quede en ir a su casa a las 4:00pm, así que nos despedimos y luego me encontraría más tarde con Gee.

Cuando por fin regrese a mi departamento, me puse a envolver los regalos, a ordenar mi ropa y a verificar que había hecho absolutamente todas las compras respectivas. ¡¡Diablos!! Me faltaba un regalo, era el regalo de Frank! ¿Cómo me pude olvidar de él? ¿Será por qué le tengo que regalar algo especial? Si, definitivamente sea eso, ¿pero qué? ¿Qué le puedo regalar? Hoy en la tarde le pediré su opinión a Gerard y Lin-z.

Eran como las dos de la tarde y aún no había almorzado nada, así que me prepare algo rápido, comí y me puse a ordenar todo mi departamento hasta las cuatro de la tarde, de repente suena mi celular, me apresure a contestar…

*Conexión Telefónica*

-Hola??

- hola “________” soy Lin-z!!

- ¿Qué tal loca?

- bien, bien, oye! Gerard ya me conto de tu reencuentro con el enano

- así que Gee ya te fue con el chisme…

- sí, sabes que tarde o temprano me lo ibas a contar

- mmm… bueno sabes que si

- vienes más tarde ¿verdad?

- sí, son 3:30 a las 4:00 voy!!

- ok, acá te esperamos, por cierto, te debo un cocktail de piña

- cierto, más te vale que cuando valla ya esté listo

- así será, bueno, nos vemos más tarde, adiós cuídate!!

- espera!! Para que llamabas??

- solo quería confirmar si venias, ya vez que muchas veces me cancelas a última hora

- awww… Lin-z lo siento, te prometo que estaré ahí

- más te vale zorra!! – soltó una carcajada – si no tendré que emborracharme sola

- …. – comencé a reír – ahí nos vemos, bye!!

- bye nena!!

*Fin de la conexión telefónica*

Me encontraba tan cansada de haber limpiado todo el departamento, pero no podía cancelarles esta vez a mis amigos, así que me cambie de ropa, me puse algo más abrigador, ya que la temperatura había bajado considerablemente, cuando ya me encontraba lista, sin perder más tiempo, baje al estacionamiento, me monte en mi carro y me dirigí a la casa de Gerard.

Cuando llegue parquee el carro, baje y me dirigí a tocar el timbre de su casa, de repente siento como unos pasos detrás mío, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, gire despacio con un poco de temor en mi propio eje y hay estaba, parado detrás mío, con su típica polera blanca debajo de su casaca jean y sus pantalones negros, con sus ojos mirándome fijamente de manera confusa.

CONTINUARA…